Vida mia

No se me juzgue por querer ser un desdichado,
que cuente día tras día su buena fortuna,
por ser el vocero del constante masoquismo,
que ríe festejando en improvisados escapes de la melancolía.

Hago un esfuerzo en plasmar mi infortunio,
en ser yo el propio penitente,
el que carga su cruz y publique a cuatro vientos,
¡escuchen, observen y disfruten¡

No se me juzgue por querer ser un desdichado,
que trate de interpretar su buena fortuna,
las imágenes mías son casualidades
que asemejan mis cayeres,
- mi dolor no vale una imagen-

soy vocero del constante masoquismo,
pero no me juzguen pues solo llevo conmigo
la bandera de no ser lo que escribo,
suelo ser él maldito mentiroso
que se sienta a hablar todo el tiempo
de lo que no ha vivido.