miércoles, noviembre 10, 2010

Celestialidades


Hoy pasaste más celestial que nunca,
flotabas entre nubes,
no tocabas el suelo,
por más que parezcas terrenal.

Pasaste y como siempre indiferente,
con tu mirada de luceros,
y tus labios de glorioso deseo
del que quisiera ser bendecido.

Mi alma se inclinaba a tus pies
te rezaba fervientemente,
ofreciéndote alabanzas,
el corazón y cada latido en el.

Pasaste más celestial que nunca,
con tus alas blancas,
tus ropajes de diosa,
y tu corona de reina,
que solo yo puedo ver.

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